En la profundidad de la jungla de Camboya se esconden los restos de una vasta ciudad medieval. Ahora, con la ayuda de nueva tecnología, sus secretos están siendo revelados.
En abril de 1858, un joven explorador francés, Henri Mouhot, zarpó de Londres con destino al sureste asiático.
Durante los siguientes tres años, se dedicó a viajar y descubrió exóticos insectos que todavía llevan su nombre.
Habríamos olvidado su existencia de no ser por su diario, publicado en 1863, dos años después de que muriera de fiebre en Laos, cuando tenía 35 años.
Los relatos de Mouhot cautivaron lectores a los que les fascinaron sus vívidas descripciones de enormes templos que la selva se tragó.Ver mas en..
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